“Abogados-in-law”: reflexiones sobre la Conferencia Anual de Liderazgo 2025 de la J. Reuben Clark Law Society

El momento en que Angel Zimmerman subió al escenario y saludó a la asamblea diciendo “somos todos abogados-in-law” permanece vívido en la memoria. Explicó que en inglés los parientes por afinidad llevan el sufijo -in-law (por ejemplo, sister-in-law), y aunque esa expresión no se traduce literalmente a todos los idiomas, para ella representaba de manera hermosa la idea de que cada uno de nosotros formaba parte de una familia de lawyers-in-law: una hermandad global unida por el compromiso mutuo, el servicio y la fe. Desde esa apertura se estableció un tono inconfundible: no éramos simplemente asistentes a una conferencia, éramos familia.

Ese sentimiento de pertenencia se manifestó de muchas maneras durante la conferencia celebrada los días 2 y 3 de octubre de 2025 en Aspen Grove, Utah. Fueron dos días llenos de sesiones plenarias, talleres, reuniones de comités, comidas deliciosas, fotografías con el bosque de álamos como telón de fondo y conversaciones informales en los pasillos. Me sentí silenciosamente transformado por la experiencia: no solo como abogado o académico que asiste a otro evento, sino como alguien acogido dentro de una comunidad.

Cuando Sam Morales habló, nos contó que, al comenzar a participar en las reuniones de la JRCLS, se sentía aislado, un participante solitario entre muchos, pero con el tiempo y la constancia forjó amistades duraderas. Ese testimonio resonó especialmente en una conferencia como esta, donde rostros conocidos de años anteriores se reunieron con nuevos participantes de capítulos de África, Filipinas, Sudamérica y otras regiones. Una red global, real y relacional.

Mientras tanto, Amy Larsen, siempre sonriente y acogedora, marcó el tono de servicio y hospitalidad: tanto el personal como los participantes comentaron lo fácilmente que ella y su equipo crearon un ambiente de “ven tal como eres, pertenece tal como eres y avanza hacia algo mayor”. Y los informes de David Garner, que documentaron el progreso reciente, el crecimiento de capítulos y la expansión internacional, nos dieron una sensación de estructura y responsabilidad, haciendo de esta conferencia no solo un encuentro de buena voluntad, sino un motor de planificación para el siguiente ciclo.

Conferencias, rutas, comités y conexiones reales

Durante los dos días participamos en diversas rutas de aprendizaje simultáneas: liderazgo de capítulos, asociaciones internacionales, derecho orientado al servicio y crecimiento estratégico. Algunos comités —especialmente el Comité de Libertad Religiosa, el Comité de Capítulos Internacionales y el Comité de Mujeres en el Servicio Jurídico— se reunieron para establecer objetivos concretos para los próximos 12 a 24 meses, compartir buenas prácticas, comparar historias de éxito y redactar planes de acción.

El networking se dio de manera significativa durante las comidas, las caminatas matutinas y las fotos grupales. Las conversaciones no giraban solo en torno a “¿de qué capítulo eres?”, sino también a “¿qué historia te trajo aquí?” y “¿cómo podemos colaborar en el futuro?”. Nos sentamos junto a abogados de Sudamérica, asesores de capítulos africanos y líderes estudiantiles de Filipinas, cada uno con un contexto distinto, pero unidos por convicciones compartidas. El paisaje de Aspen Grove amplificó esa conexión: el aire fresco de la montaña, el dorado de las hojas de álamo y las sesiones informales al aire libre nos recordaron que el liderazgo y el servicio pueden florecer no solo en auditorios, sino también en el ritmo de la naturaleza.

Por qué esto importa: para ti, para nosotros y para el futuro

Esta conferencia fue mucho más que una reunión anual tradicional: fue una plataforma de lanzamiento. La metáfora de la “familia” se volvió operativa: nos mantendremos responsables unos de otros, colaboraremos entre continentes y apoyaremos a los capítulos emergentes en regiones menos atendidas.

En ese espíritu surgió con frecuencia una idea: el concepto de un Rule of Law Camp, una iniciativa local de capítulo de uno o dos días destinada a involucrar a abogados, estudiantes y comunidades en experiencias prácticas de servicio, simulaciones de defensa y exploración de los principios del Estado de Derecho. Muchas discusiones grupales desarrollaron esta propuesta y comenzaron a esbozar proyectos piloto para los próximos dos años. El reto ahora es transformar el entusiasmo en implementación.

Un compromiso hacia adelante

Dejo Aspen Grove con una convicción renovada: servir no solo como abogado, sino como miembro de esta familia global in-law de la J. Reuben Clark Law Society. Me comprometo a llevar conmigo lo que he aprendido —las estructuras, las relaciones, la inspiración— e invertirlo en otros: estudiantes, nuevos capítulos, colaboraciones internacionales. E invito a ustedes, mis colegas, amigos, compañeros de fe, a unirse a este movimiento relacional. Seamos los colegas que acogen al solitario, que construyen puentes entre continentes y que se mantienen fieles a los más altos ideales.

Porque, al final, cuando las sesiones terminan y el bosque permanece en pie, somos la comunidad que porta, juntos, la antorcha de la libertad, del derecho, del servicio y de la fe como una familia legal.